En el marco del Mes de Marzo, mes de la mujer, quiero dirigirme a todos ustedes, para invitarlos a que replanteemos el significado de esta fecha. Antes que nada, me gustaría hacer énfasis en la palabra conmemoración para dejar a un lado el término celebración cuando hablamos del Día Internacional de la Mujer.
¿Por qué les digo esto? Porque a lo largo de la historia, las mujeres en distintas partes del mundo han luchado y muchas veces sacrificado sus vidas en pro de lograr la equidad, la igualdad y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. Y si bien esto puede ser un motivo el día de hoy de celebración, lo más importante es recordar solemnemente la lucha de estas mujeres y honrar lo que ellas hicieron para ubicarnos en la visibilidad social, económica y política en la que nos encontramos hoy.
Por ejemplo, en 1792, la filósofa y escritora inglesa Mary Wollstonecraft publicó su obra Vindicación de los Derechos de la Mujer, en respuesta a los escritos en los que Rousseau afirmaba que las mujeres debían recibir una educación diferente a la de los varones, pues ellas estaban hechas para agradar. En su obra Wollstonecraft defendía que las mujeres recibieran una educación de la misma calidad y extensión que la de hombres. Hoy tenemos ese derecho a la educación.
Y se preguntarán, ¿Cómo podemos honrar a quienes nos precedieron en esta jornada por los Derechos de la Mujer? La respuesta es simple: Participando activamente. Y con esto no estoy invitándolas a que nos levantemos en mítines o en huelgas como aquellas mujeres en su momento tuvieron que hacerlo, lo que quiero ubicar en nuestras mentes, es la importancia de estar conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor, poner en una balanza lo que queremos y lo que no queremos, que futuro se vislumbra y qué podemos hacer dejarlo establecido o cambiarlo.
Se acercan tiempos, de posibles cambios. ¿Hacia donde se dirigen esos cambios? Eso está en nuestras manos y en nuestra voz. Usémoslas para continuar el trabajo de cambio, aún queda mucho por hacer, no demos por hecho que está terminado. Aún hay muchas mujeres que no tienen las mismas oportunidades de estudiar. Aún hay mujeres que no perciben los mismos ingresos que los hombres por realizar trabajos similares. Aún existe explotación y abuso.
Las mujeres de otras épocas tuvieron el valor de hablar en voz alta lo que solo se les permitía murmurar en lo oscuro de sus habitaciones. Nosotras, las mujeres de esta época somos capaces de comunicarnos a través del teléfono, la internet, un mensaje de texto, un chat o un blog, usemos esos medios para hablar de cosas trascendentes. Como dijo Martin Luther King Jr. ¨La vida empieza a terminar, el día que dejas de hablar de las cosas que realmente son importantes¨. Les invito a mantenernos vivos, más observadores que nunca, veamos el fondo y no solo la superficie de los acontecimientos. Y estemos dispuestos a manifestar los valores que queremos ver reflejados en el mundo siendo ejemplo en todo aquello que hagamos.
Desde la plataforma de Las Mujeres y Nuestro Papel en La Política, Lilia Sixtos, me despido.
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