Siempre he pensado que los niños entre más pequeños son, más claro saben lo que los hace sentirse completos y satisfechos. Cuanto más jóvenes son, más auténticos son. Sus talentos están justo ahí en la superficie. Y los niños con inclinaciones artísticas no son la excepción. Quienes dudamos muchas veces, somos nosotros los padres.
Como madre, actriz profesional, directora y maestra, y muchos años de estar cerca de los actores y sus familias, he descubierto que todos los padres de un artista se preguntan las mismas cosas:
¿Cómo puedo apoyar a mi hijo mientras sigo brindando una infancia feliz y segura?
¿Tiene el talento suficiente para seguir una carrera artística? ¿Va a poder vivir de esa carrera? ¿Cómo puedo saber la mejor manera de empezar? ¿Cómo sé cuál es la mejor escuela para mi hijo? ¿Cuándo es el momento adecuado para comenzar su entrenamiento? ¿Cuánto tiempo necesito para comprometerme? ¿Es una carrera cara?
Sus preguntas son totalmente válidas. Desde que me convertí en madre, siento que este instinto de protección quiere ser la mejor madre que puedo ser, y trato de crear el ambiente más seguro porque es un camino que he recorrido.
A lo largo de mi carrera como profesional de teatro, he notado que muchos padres se paralizan con estas preguntas sin saber dónde o cómo pedir ayuda o simplemente esperar a que su hijo crezca y deje de querer ser un artista.
Luego, años más tarde, cuando su deseo no desaparece y su hijo sigue insistiendo en que eso es lo que quieren hacer, se dan cuenta de que pasó un tiempo valioso donde podrían haber estado explorando su potencial artístico. Esto es especialmente cierto en carreras como la danza o la música, donde comenzar el entrenamiento a partir de los cuatro años es casi imprescindible para el éxito final de un niño.
Al darse cuenta de esto, algunos padres lamentan no haber buscado más orientación sobre cómo ayudar a sus hijos a comenzar su viaje durante esos valiosos años. No quiero que eso te pase a ti. Dicho esto, si tu hijo es ahora más adolescente y esos años han pasado, en primer lugar, quiero decir, no te sientas mal. Todavía tiene tiempo para recuperar esos años y poner a su hijo al día con el entrenamiento.
En mi libro “Oh My Gosh, My Child Wants to be an Actor” les cuento mi historia personal para ayudarles a ser más conscientes de que estamos criando a los niños tal vez en el momento más difícil de la historia pero que aún así podemos lograr que nuestros hijos artistas desarrollen una carrera profesional respaldada por valores y la certeza de que cuentan con nosotros, sus padres.
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