Mucho se ha dicho acerca de la creatividad. Existe la impresión de que no todos los seres humanos nacemos con esa gran habilidad creadora. Sin embargo sabemos que los artistas, arquitectos, diseñadores , por ejemplo, son personas que simplemente han hecho algo con esa habilidad.

Si bién es cierto que cada persona tiene una predisposición diferente en cuanto al uso de su mente, todos podemos poner a trabajar nuestro cerebro lógico y analítico así como también el derecho, intuitivo y creativo. El utilizar ambas partes del cerebro y todas las posibilidades de nuestra mente puede elevar nuestro nivel creativo.

He aquí las 4 etapas de la creatividad que todos podemos usar.

Preparación: Este es el momento de poner nuestra atención sobre un problema en el cual enfocamos la mente y comenzamos a explorar las posibilidades. En esta etapa detectamos que algo puede ser creado, cambiado, transformado o simplemente mejorado. Debe haber una motivación que nos lleve a enfocar nuestra energía y tiempo en crear.

Incubación: el problema se lleva más a fondo y comenzamos a activar el hemisferio derecho, la parte intuitiva, imaginativa de nuestro cerebro. Pareciera que en esta etapa, no sucede nada realmente, que nada pasa externamente. En esta etapa la persona creativa «presiente» que una solución esta próxima. En algunas ocasiones, dejar reposar las ideas puede ayudarnos a acercarnos a la solución. Dejar el asunto por un tiempo, permite que el consciente deje de influir sobre el inconsciente y así, el inconsciente haga su labor sin la voz, a veces crítica, del consciente.

Iluminación: Es cuando la idea creativa salta del proceso interior al consciente. Muchas veces lo describimos como: “Se me prendió el foco” o “Me cayó el 20” La primera frase muchas veces la decimos metafóricamente, pero en realidad está comprobado que cuando las neuronas del cerebro encuentran una conección diferente a lo ya conocido, surgen chispas de electricidad y se conectan partes del cerebro que antes no lo habían hecho. Es una sensación de euforia, victoria, sorpresa y de iluminación. La segunda frase, representa una máquina tragamonedas, o teléfono de monedas antiguo donde a veces se trababan las monedas de 20 centavos. La frase “me cayó el 20” significa, la moneda se destrabó, la pieza que faltaba se acomodó en el rompecabezas y ahora todo tiene sentido. Descubrimos algo que no habíamos visto con tanta claridad antes.
Verificación: Ocurre cuando la idea es conscientemente verificada, elaborada y luego llevada a la acción. Esta etapa es muy importante, ya que las buenas e innovadoras ideas de una mente creativa pueden quedarse guardadas y ser solo eso, una buena idea, si no se llevan al terreno de las acciones para convertirlas en realidad.

Como dicen por ahí, los panteones están llenos de buenas ideas.

¿Estás llevando a la realidad alguna idea brillante?  Déjanos un comentario.