¿Te ha pasado que cuando más claro tienes el hecho de que debes ponerte en movimiento hacia alguna de tus metas surge de pronto una vocecita interior que te dice cosas como:

“Ay… qué flojera”

“Me va a costar trabajo”

“A ver si puedo”

“Qué aburrido”

Bueno, déjame decirte que no eres el único o la única. A la gran mayoría de las personas nos sucede que iniciar algo nuevo, aprender algo diferente, disciplinarnos a estudiar, ahorrar, ejercitarnos físicamente, bajar de peso o cualquier cosa que requiera esfuerzo, nos cuesta trabajo. Incluso a las personas que ya tienen éxito en algo, también les cuesta trabajo.

Sin embargo la diferencia entre el éxito y el fracaso no es la perfección, a veces es sólo dar el primer paso, y hacerlo con la mejor actitud posible. ¿Quién dice que lograr una meta debe ser tedioso y aburrido?

He aquí algunos puntos que realizan las personas exitosas que les ayudan a sobrepasar esa etapa inicial de ponerse en acción.

1.- Empieza con el fín en la mente. Claramente nos lo dice John Maxwell, empezar sabiendo cuál es el resultado que queremos lograr es importantísimo. Ver el resultado aún antes de empezar nos dará una buena dosis de energía y nos hará romper la inercia de la inactividad. ¡Imagínalo y sonríe!

2.- Visualiza el resultado. Al decir visualizar me refiero a crear una película en el interior de nuestra mente donde veamos, oigamos, sintamos, toquemos y nos emocionemos con los resultados. Vive por anticipado la satisfacción de tu logro con lujo de detalles. Entre más datos sensoriales le demos a la experiencia, mayor efecto producirá. ¡Respira profundo y disfrútalo!

3.- Confía y ten fé. Desarrollar el sentido de confianza en ti mismo es vital. Las dudas surgen en cualquier momento, muchas veces por experiencias pasadas. Recuerda que hoy eres una persona diferente a la que fuiste ayer. Así que si en tu pasado hay errores o fracasos, solo tómalos como una experiencia que te dice “Hoy  puedo hacerlo mejor”.

4.- No te juzgues a ti mismo antes de empezar. Sólo hazlo. Como dicen por ahí, lo único que cura el miedo es la acción, y la acción genera entusiasmo. Muchas veces nuestros jueces más duros somos nosotros mismos. Sé bueno contigo mismo, tente paciencia pero no seas sobreindulgente. Simplemente comienza. ¡Dáte una palmadita en la espalda y dí: “Me amo y sé que puedo”!

5.- No esperes a que todos los semáforos estén en verde para salir a la calle. Quiere decir, no esperes a que todo sea perfecto, la vida en la mayoría de los casos no es perfecta. Debes de aprender a movernos hacia adelante aunque falte alguna pieza, aunque no sepas del todo cómo hacer las cosas. En el camino irás aprendiendo y la neblina que al principio no te dejaba ver todos los detalles, se irá disipando conforme avances.

6.- Por último, no te esperes a lograr tu meta para ser feliz. Disfruta la vida ahora, sé feliz ahora. Recuerda… “Si no disfrutas el camino, tampoco disfrutarás el destino.”

Cuéntanos…¿te estás divirtiendo al ir tras tu meta?