Hace poco descubrí através de la práctica del Yoga una serie de enseñanzas que superan todas las expectativas que yo tenía al iniciar esta disciplina.

Estas son algunos de los beneficios que ya había escuchado y leído que se obtienen con esta práctica:

  • Reduce estrés
  • Aumenta la vitalidad, energía y relajación
  • Retarda el proceso de envejecimiento
  • Estimula la pérdida de peso
  • Ayuda a eliminar toxinas
  • Aumenta la circulación de la sangre
  • Mantiene en forma y lubricadas las articulaciones
  • Fortalece los músculos alrededor de las articulaciones
  • Mejora la fuerza y flexibilidad y disminuye el riesgo de lesiones
  • Estimula el sistema inmunológico
  • Fortalece los huesos
  • Reduce los síntomas de muchas enfermedades crónicas (artritis y tiroides)
  • Proporciona el bienestar en la vida diaria

 

Además de todos estos beneficios físicos lo que es un mayor descubrimiento para mí es que cuando realizas esta disciplina de una manera constante empiezas a  poner en practica ciertos de sus princpios en las demás actividades de tu vida. Como por ejemplo: tener más  paciencia contigo mismo, poner atención en tu interior y no en distracciones externas,  autocontrol y determinación en tu vida cotidiana.

Al estar más en sintonía contigo mismo, tienes más claridad en tomar decisiones, más enfoque por largos períodos de tiempo, más fortaleza para lograr tus metas.

Cuando centras tu mente en un objetivo y lo haces sin estrés, sin enojo o frustración estás más abierto a percibir oportunidades y también a disfrutar el camino.

En pocas palabras, si has estado sintiendo que te hace falta llevar a cabo algún tipo de ejercicio físico para mantener tu cuerpo saludable, piensa si el yoga pudiera ser una opción para además trabajar simultaneamente en tu yo interior.

Recuerda la frase «Mente sana en cuerpo sano»

 

 

¿Llevas a cabo actualmente alguna actividad para mantenerte enfocado?