speed-1459171_960_720Cada vez más personas en esta época, estamos buscando vivir con un mayor sentido de plenitud. Nos hacemos preguntas continuamente acerca del sentido de la vida y nuestra misión personal. Sentimos un anhelo profundo en nuestro corazón de un “no sé que”, que pueda llenar ese espacio interior que ni el dinero, ni la educación, ni la aventura, o el éxito o el romance, pueden llenar.
Tal vez tu te encuentres ahí, en este preciso instante, queriendo dar ese paso a un nivel más profundo de tu propia evolución y con ello contribuir a la evolución del planeta. Si es así, tal vez reconoces algunos de estas señales.
– Sientes un sentido de conexión profunda. Cuando estás en este estado, sientes una inexplicable conexión con el mundo que te rodea. Conectado a otras personas, a las plantas, a los animales, a los sonidos, a los colores, a otras culturas, otros lugares del mundo. Sientes que las distancias culturales desaparecen y pareciera como que fuéramos todos parte de una comunidad integral.
– Te das cuenta que cada vez más confías en tu intuición. Cuando te dejas llevar por ella, las decisiones que tomas son acertadas. Tal vez decides empezar a pintar aunque nunca lo has hecho y el resultado es formidable. O quizá escribes con una soltura como si lo hubieras hecho siempre, o quizá al hablar con alguien, fluye en tí una sabiduría my grande.
–  Tus intenciones son más generosas. En este estado, las cosas que más te inspiran no necesariamente son las que tienen que ver con metas personales, con el logro de objetivos propios o niveles más grandes de éxito. Más bien, te interesan temas globales, con mayores alcances, que involucran el bienestar de más personas. Sientes que hay en tí dones, talentos, experiencias que pueden ser de gran ayuda para otros y estás buscando cómo manifestar esa inspiración e intención en todo lo que haces.
– Te ocurren más “Diosidencias”.  Sientes que hay más sincronía en tu vida, que coincides con personas o circunstancias apropiadas para tus intenciones, en fín, como que andas de suerte. Es en esos momentos cuando te sientes entusiasmado y optimista acerca de lo que puede llegar a pasar. Es una certeza profunda de que el Universo apoya tus anhelos, porque no hay egoísmo, sino deseo de dar y compartir.
Si te sientes identificado con alguno de estos síntomas, bienvenido a este grupo de personas. Tienes una gran responsabilidad y al mismo tiempo, eres muy afortunado de poder emplear tu vida para ayudar que la humanidad avance a un nuevo estado de conciencia.
¿Tienes alguna experiencia reciente de alguno de estas señales en tu vida? Compártenos alguna de ellas pues puede ser de inspiración para otras personas.